Editorial
Resumen
Antonio Gramsci, intelectual italiano, describió la crisis histórica a partir de períodos en los que «lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer: en este interregno se verifican los fenómenos morbosos más variados». Esta idea cobra relevancia en la transformación tecnológica que vivimos e impulsamos, donde avances como la inteligencia artificial, la biotecnología y las energías renovables están rediseñando las estructuras sociales y económicas. Para detectar y aprovechar estas transiciones en beneficio colectivo, es necesario analizar críticamente la situación, diseñar estrategias inclusivas y orientar la investigación, el desarrollo y la innovación
(I+D+i) hacia el fortalecimiento del bienestar colectivo. El impacto de las tecnologías disruptivas en el empleo tradicional ilustra un sistema que está «muriendo». Los trabajos rutinarios son reemplazados por nuevas oportunidades en sectores como la robótica y los servicios y productos digitales. Sin embargo, estas oportunidades no son inmediatas ni accesibles para todos, lo que genera tensiones sociales y desigualdades que Gramsci llamaría «síntomas del malestar».





