Editorial
Abstract
La presente edición especial del Observador del Conocimiento, dedicada íntegramente a la investigación sismológica venezolana, es más que un compendio de trabajos científicos: es un acto de afirmación, de memoria histórica y de compromiso social frente a la realidad sísmica que caracteriza a nuestra nación. Publicar hoy, bajo el rigor de una revista arbitrada, indizada e indexada, este volumen sobre sismología es, al mismo tiempo, un ejercicio de madurez institucional y un deber ineludible con la comunidad científica global y con la sociedad venezolana, para la cual la sismología no es una abstracción académica, sino un componente esencial de su seguridad, su infraestructura y su propio devenir. Venezuela es, desde su configuración geológica, un territorio sísmico. Nuestra ubicación al margen de las placas Caribe y suramericana nos ha expuesto históricamente a eventos sísmicos de considerable magnitud e impacto social. Esta condición geodinámica ha sido testigo, a lo largo de nuestra historia republicana, de terremotos que han marcado la vida de ciudades y comunidades enteras. Desde el devastador Terremoto de Caracas de 1812
-acontecido en el mismo proceso de nuestra independencia- hasta los eventos más recientes, cada movimiento telúrico ha dejado huellas profundas no solo en la tierra, sino en la memoria colectiva del país. Precisamente por esta condición, la sismología ha ocupado un lugar destacado en el desarrollo científico nacional. Las primeras aproximaciones organizadas a su estudio se remontan a los trabajos pioneros del eminente Melchor Centeno Grau, quien supo combinar la observación empírica con la incipiente instrumentación de su época, sentando así las bases del análisis sísmico instrumental en Venezuela. Décadas más tarde, investigadores de la talla del profesor André Singer aportaron rigurosidad científica y visión internacional, dotando a Venezuela
de capacidades que trascendieron nuestras fronteras y posicionaron al país como referente en estudios de sismicidad en el Caribe y América Latina. Este legado ha sido continuado, ampliado y diversificado a través de las actividades sistemáticas de la Fundación
Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), institución que, durante décadas, ha sostenido una línea de investigación hiperprolífica, caracterizada tanto por su volumen como por su profundidad científica. Con al menos 10.700 trabajos de investigación generados -muchos aún inéditos o de circulación limitada- Funvisis ha construido un acervo científico de extraordinario valor, que requiere, de manera impostergable, ser plenamente sistematizado, validado y divulgado en plataformas de alcance internacional. Es en este contexto que la presente edición especial del Observador del Conocimiento asume un doble
compromiso. En primer lugar, rendir tributo al conocimiento acumulado por generaciones de investigadoras e investigadores sismológicos venezolanos, quienes han trabajado bajo condiciones científicas, logísticas y presupuestarias disímiles, pero siempre con el compromiso irreductible hacia la vigilancia sísmica nacional, el análisis estructural de nuestras ciudades y la mejora continua de los sistemas de alerta y reducción de riesgos de desastres. Y, en segundo lugar, demostrar el papel indispensable de la divulgación científica rigurosa, arbitrada y certificada como instrumento de democratización del conocimiento, validación internacional y fortalecimiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. La publicación científica indizada de la sismología venezolana no es un lujo editorial, es una necesidad estratégica. Las exigencias contemporáneas de la ciencia abierta, la interoperabilidad de los datos sísmicos, la cooperación internacional y la integración de Venezuela en los grandes grupos científicos -como lo demuestra nuestra activa participación en el Sistema Internacional de Vigilancia del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO)- exigen plataformas editoriales robustas, sostenibles y de alta visibilidad. El déficit de publicaciones científicas arbitradas propias en el campo de la sismología venezolana es, por tanto, una debilidad estructural que debe ser subsanada. Y precisamente esta experiencia editorial aspira a constituir un primer eslabón para la futura creación de una revista especializada en investigación sismológica editada desde Funvisis, en coordinación con el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. En efecto, si Funvisis ha sido capaz de generar, a lo largo de décadas, miles de estudios, modelos, catálogos de eventos sísmicos, análisis de riesgo, investigaciones paleosísmicas, estudios geodinámicos y programas de formación profesional en ingeniería sísmica, resulta inexcusable no consolidar un órgano editorial propio, de proyección internacional, que permita la adecuada circulación y discusión de estos saberes. La comunidad científica internacional demanda, y con justa razón, acceso abierto, validado y persistente a los resultados de nuestras investigaciones, no solo como aporte académico, sino como insumo imprescindible para la prevención, la planificación urbana, la arquitectura resiliente y la gestión de políticas públicas basadas en evidencia. El presente número especial es, entonces, una demostración tangible de lo que podemos y debemos hacer. Aquí
se presentan trabajos que abarcan desde la modelación de fallas activas en la Fosa de El Pilar, hasta simulaciones
avanzadas de escenarios sísmicos para Caracas, pasando por estudios paleosísmicos en el occidente venezolano, caracterización de microzonificación sísmica y desarrollo de algoritmos propios de alerta. Este volumen también refleja la cooperación interdisciplinaria y multigeneracional que caracteriza a Funvisis, en estrecho vínculo con universidades nacionales e internacionales, organismos multilaterales y redes globales de monitoreo sísmico. Finalmente, publicar es también un acto de responsabilidad ética y compromiso político con el pueblo venezolano. Las comunidades afectadas, los planificadores urbanos, los responsables de infraestructura crítica y los organismos de protección civil requieren información científica accesible, oportuna y validada para la toma de decisiones. De allí la importancia de consolidar políticas editoriales estables, sustentadas en el trabajo de nuestros
investigadores y abiertas a la cooperación global. Esta edición especial del Observador del Conocimiento honra ese mandato. Pero más aún, abre un camino. El desafío ahora es institucionalizar una plataforma editorial estable, bajo los más altos estándares internacionales, que permita a Funvisis, como ente de referencia, integrarse plenamente en los grandes circuitos editoriales de la
sismología mundial. Es una deuda histórica, científica y moral que estamos decididos a saldar. A todos los autores, autoras, árbitros y colaboradores de este número, nuestro reconocimiento y gratitud. Y a nuestros lectores y lectoras, la invitación permanente a acompañarnos en esta tarea de vigilia continua, donde la sismología venezolana encuentra en la publicación indizada no solo una vía de validación científica, sino un acto de soberanía al servicio de la vida.





